Mirando las fotos, y recordando lo vivido la tarde noche del sábado 12 de julio de 2008 en nuestra Capilla, y a su vez rememorando lo charlado en más de una oportunidad con Carlos Carrillos, nuestro coordinador, que sostiene: “el sello de nuestra Capilla es la solidaridad”, es que me he sentado a escribir una pequeña reflexión, ¿qué es ser solidario hoy día?.
Hace exactamente cuatro años atrás, un frío domingo de junio llegué a
Al preguntarme “¿qué significa ser solidario?”, debo confesar que es algo que me incomoda, porque según cómo, uno puede llegar a la conclusión de que no lo es y eso puede despertar la mala conciencia.
La solidaridad entendida como experiencia puntual es un puro fraude, una excusa para salir airado del examen de la consciencia.
Ser solidario significa tomar consciencia de que las cosas y los hechos pueden ser distintos de cómo son. Como tal, la solidaridad lleva implícita la referencia a la elección. No se puede imponer, tampoco se puede exigir, pero se puede esperar de las personas que toman consciencia de la realidad en que viven.
Se refiere siempre al compromiso con el otro, trata de seres humanos y no de gestionar cosas, ideologías, credos y ortodoxias. La actitud solidaria supone entender y comprender que, bajo la superficie de la apariencia, de lo políticamente correcto, laten situaciones inhumanas disfrazadas de verdades incuestionables.
La solidaridad es una tarea nada fácil en la sociedad del hiperconsumo en la que nos encontramos, pues ya no es el sacrificio lo que se encuentra en el centro de la existencia; sino el placer, el bienestar, el ocio, el gozar de la vida. Ser solidarios es una manera de vivir, una actitud hacia la vida y hacia quienes nos rodean, la solidaridad no tiene fecha de vencimiento o una hora determinada para ejecutarla. Ser solidarios, implica ser responsables y pensar no solo en uno, sino en los que necesitan de nuestra energía, fuerza, conocimientos, apoyo. Ser solidarios se muestra en el campo, en el jardín de la vida, donde no solo hay rosas, sino, también, muchas plantas con espinas. No creo en los dobles discursos, no creo en aquellos que pregonan ser solidarios de la boca para afuera, ser solidarios es ser una persona sensible, sensibilidad que nos pesa al ver una persona que sufre y que necesita de nuestra ayuda.
Creo que todo eso y muchísimo más, que es algo inefable, he ganado en mi Capilla..¡Quiera Dios! Que no cambiemos nunca, que sepamos ser capaces de hacer trascender este espíritu a nuestros jóvenes.
Un saludo fraternal
José Miguel Cerón Zapata
Nota Administrador Blog, http://www.iglesia.cl/solidaridad/
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