Por lo general fueron también las grandes ciudades las que crearon los más grandes monumentos de la arquitectura medieval, las catedrales. Su estilo gótico se reconoce en los arcos ojivales, distintos de los arcos de medio punto propios de las catedrales “románicas” anteriores. Los haces de columnas y los arcos ojivales recuerdan el ascenso de llamas y rayos. Con este estilo era posible eliminar la sensación de pesantez del material y dominar visualmente, a través de un solo espacio, grandes moles de piedra repletas de estatuas: la denominada vertical ascendente. Las catedrales de Chartres, Reims, París, Estrasburgo o Colonia se cuentan entre las obras arquitectónicas más maravillosas de la humanidad, y en ellas la concepción medieval del mundo alcanza su más exacta expresión: la oposición entre la polimorfa materia del más acá y la trascendencia unitaria el más allá, de la luz. Arte gótico, Catedral de Chartres, situada a
El arte gótico se desarrolla en Europa, en el último período de
En las ciudades también apareció otra institución que, en algunos casos, conserva hasta hoy mismo sus orígenes medievales: la universidad. Las universidades más famosas se fundaron en París, Oxford, Cambridge, Padua y Praga. En ellas se aprendía las siete artes liberales compuestas por el denominado trivio (gramática, lógica y retórica) y el cuadrivio (geometría, astronomía, aritmética y música). Naturalmente, también podían cursarse estudios especializados como derecho, medicina, teología y filosofía. La filosofía dominante era la de Aristóteles, cuyos textos habían llegado a Europa a través de los centros de enseñanza árabes. La filosofía medieval,
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