miércoles, 15 de abril de 2009

Cardenal Jorge Medina Estévez



Nació en Santiago el 23 diciembre de 1926.

Estudió Filosofía en el Seminario Pontificio de Santiago y Teología en la Universidad Católica de Chile. Es Doctor en Teología y en Derecho Canónico. Además, tiene varios Doctorados Honoris Causa, tanto en Chile como en el extranjero.

Fue ordenado sacerdote el 12 de junio de 1954.

Fue profesor y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica; pro-Gran Canciller de la Universidad Católica de Chile; Canónico de la Catedral de Santiago; miembro de la Comisión Teológica de la Santa Sede.

Juan Pablo II lo eligió Obispo tit. de Thibilis y Obispo Auxiliar de Rancagua, el 21 de diciembre de 1984. Su lema Episcopal fue: Es necesario que Él crezca y yo disminuya.

En 1987, el Papa lo designó Obispo de Rancagua, y siete años después, Obispo de Valparaíso.

Consultor de la Pontificia Comisión para la Interpretación del Código de Derecho Canónico y del Pontificio Consejo de la Familia.

Miembro de la Orden de Malta.

Secretario, por nombramiento papal, de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo, 1992.
El 20 de junio de 1996, Juan Pablo II lo nombra Pro-Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; pasando con ello a ser parte de la Curia Romana. Actualmente ocupa el cargo de Prefecto, el más alto, de dicha congregación.

El 18 de enero de 1998, el Papa lo designa Cardenal, el V Cardenal para la Iglesia Católica de Chile.

Cardenal Carlos Oviedo Cavada



Nació en Santiago el 19 de enero de 1927. Ingresó a la Orden de los Mercedarios en Melipilla el 28 de enero de 1944.

Estudió Filosofía en su orden y Teología en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile. Se licenció en Teología en 1949 y de Doctor en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana en Roma, en 1953. Estudió también en la Congregación del Concilio y de Religiosos y en el Studium de la Rota Romana.

Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Santiago el 24 de septiembre de 1949.

Fue profesor en la Universidad Católica de Chile; director de la Facultad de Teología de la misma universidad; asesor de la Acción Católica y de la Juventud Obrera Católica; asesor nacional de la Federación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares.

Pablo VI lo eligió Obispo tit. De Benevento y Obispo Auxiliar de Concepción, el 21 de marzo de 1964. Su lema episcopal fue: Pacem in diebus nostris (Concédenos la Paz en Nuestros Días).

Diez años más tarde, lo promovió al Arzobispado de Antofagasta, el 25 de marzo de 1974.

Fue administrador Apostólico de la Prelatura de Calama, hasta el 3 de abril de 1976.

El Papa Juan Pablo II lo trasladó al Arzobispado de Santiago el 30 de marzo de 1990. Y el 26 de noviembre de 1994 lo creó Cardenal.

Participó en las Sesiones III y IV del Concilio Vaticano II, y en el VI Sínodo de Concepción. Celebró el II Sínodo de Antofagasta, 1984.

Participó en la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Santo Domingo, 1992.

Fue secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, de abril de 1970 a febrero de 1974. Desempeñó diversos cargos en la Conferencia Episcopal de Chile y en el CELAM.

Como Arzobispo de Santiago creó la Vicaría de Esperanza Joven y para la Familia; convocó y promulgó el IX Sínodo de Santiago y escribió 20 cartas pastorales.

Por razones de salud presentó su renuncia en febrero de 1998, falleciendo en Santiago el 7 de diciembre de ese año.

Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín

Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín

Nació en Santiago el 26 de julio de 1914. Estudió en el Seminario de Santiago y en la Universidad Gregoriana de Roma. Bachiller en Derecho canónico. Fue ordenado sacerdote el 18 de diciembre de 1937.

Pío XII lo eligió Obispo de la recién creada diócesis de Copiapó en 1958. Su lema episcopal fue: Adveniat regnum tuum (Venga Tu Reino).

Pablo VI lo promovió al Arzobispado de La Serena en 1967.

Celebró el I Sínodo de Copiapó en 1961 y el I Sínodo de La Serena en agosto de 1978. Participó en las cuatro Sesiones del Concilio Vaticano II; en la II Conferencia general del Episcopado latinoamericano en Medellín, 1968; y por delegación pontificia en la III Conferencia general del episcopado latinoamericano en Puebla, 1979. Asistió a la IV Conferencia del Episcopado latinoamericano en Santo Domingo, 1992.

Ha ocupado diversos cargos en la Conferencia episcopal chilena, llegando a ser su Presidente en 1975. También ha desempeñado cargos en el CELAM y fue Visitador del Seminario Pío Latino de Roma.

Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Santiago el 6 de mayo de 1983, tomando posesión el 10 de junio de ese mismo año.

Fue elevado a la dignidad cardenalicia en el Consistorio de 25 de mayo de 1985.

Por razón de edad renunció al Arzobispado en julio de 1989.

Fue Presidente de Caritas-Chile.

Falleció el 14 de octubre de 2004.

Cardenal Raúl Silva Henríquez



"No rehuyan el llamado del Maestro a caminar con El.
No pregunten por qué ni adónde los llama.
Corran con El la aventura de la fe".



Pocos hombres han dejado una huella más honda en nuestra Iglesia. Pocos son los que pueden exhibir tantas realizaciones, tantos proyectos concretos . Para servir a sus hermanos

Baste decir que bajo su conducción pastoral la Iglesia tuvo el afecto de los pobres
y la simpatía de los jóvenes.

Ese sólo hecho constituye para nosotros un desafío y un legado .


¿Cuál es el secreto que puede explicar su vida?
El puede sintetizarse en el lema escogido por él para su episcopado:<> (Caritas Christi urget nos).
Este amor fue la gran energía del Cardenal. Ese amor explica su pasión. Ese amor lo movió en sus acciones y en sus palabras. Ese amor fue lo que predicó y practicó en su vida .



ALGO DE SU BIOGRAFIA

Raúl nació en Talca el 27 de septiembre de 1907. Fue el número 16 de 19 hermanos, cinco de los cuales murieron de niños. Para el padre, que se dedicaba a la agricultura, no siempre fue que le respondió así: fácil mantener a tan vasta familia; hubo períodos muy duros. Y, pese a las "ñañas", para la madre, Mercedes Henríquez, tampoco fue simple organizar la vida del hogar .

Al comienzo de su edad escolar, Raúl y sus hermanos debían trasladarse todos los días a Talca, pero la complicación que en ese tiempo suponía este viaje, pronto llevó a los padres a preferir el internado en la misma Talca. Más tarde, a los 13 años, decidieron mandarlo a Santiago al Liceo Alemán de los padres del Verbo Divino.

Así, a los 16 años, se matriculó en Derecho en la Universidad Católica, la misma carrera .

En la universidad continuó el desarrollo de su fe y de la práctica cristiana.

El y sus compañeros comulgaban diariamente y solían asistir a los retiros que entonces dirigía don Carlos Casanueva, personaje que fue determinante para su vocación. Tanto, que en tercer año de Derecho decidió definitivamente consagrarse a la vida religiosa. Su primera elección fue la Compañía de Jesús, luego se acercó al Patrocinio de San José para conocer más a los salesianos. Retomó sus estudios y se tituló de abogado en 1929.

El 28 de enero de 1930 entró al noviciado en el Seminario Mayor. Luego estudió teología en el Instituto teológico Salesiano de Turín, en Italia. Así comienza su sacerdocio.

Estudió Filosofía y Teología en su congregación, en Turín, Italia. Fue ordenado sacerdote en Turín, el 4 de julio de 1938.

Fue director espiritual del Seminario Mayor salesiano, profesor y director del Colegio Patrocinio San José, rector del Seminario Mayor salesiano, del Colegio La Gratitud Nacional; Vice-Presidente fundador de Cáritas-Chile y Vice-Presidente y Presidente de la Caritas Internationalis.

Juan XXIII lo eligió Obispo de Valparaíso el 24 de octubre de 1959. Su lema episcopal fue: Caritas Christi urget nos (La Caridad de Cristo nos Urge).

Dos años después, el 25 de abril de 1961, lo promovió al Arzobispado de Santiago. Y un año más tarde, el 19 de marzo de 1962, lo creó Cardenal, con el título de San Bernardo en las Termas.

Como Arzobispo de Santiago organizó la Arquidiócesis en Decanatos, Zonas Pastorales y Vicarías Especializadas. Fundó numerosas instituciones de formación religiosa, de promoción social, de defensa de la justicia y de los derechos humanos, como el Comité Pro Paz y la posterior Vicaría de la Solidaridad.

Participó en las cuatro Sesiones del Concilio Vaticano II, en el Sínodo de Obispos de 1967, y en la III Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Puebla, 1979.

Juan Pablo II le aceptó su renuncia al Arzobispado por razón de edad, el 29 de septiembre de 1982, dejando el cargo en 1983.

Perteneció a las congregaciones romanas del culto Divino, para el Clero y para la Educación Católica. Fue presidente de la Conferencia Episcopal de Chile en varios períodos.

Su labor en defensa de los derechos humanos le valió el reconocimiento del Congreso Judío Latinoamericano, que le confirió el Premio Derechos Humanos 1971. La Organización de Naciones Unidas le confirió el Premio Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1978, y posteriormente, por la misma razón, recibió el Premio Fundación Bruno Kreysky en Viena, el 19 de octubre de 1979.

Participó en los Cónclaves que eligieron a los Papas Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II.
Tuvo numerosas condecoraciones de gobiernos extranjeros y títulos universitarios honoris causa.
El Cardenal Silva falleció el 9 de abril de 1999.


<< Volver___














Cardenal José María Caro Rodríguez




Nació el 23 de junio de 1866, en Cáhuil, provincia de Colchagua, y falleció en Santiago el 4 de diciembre de 1958.

Estudió en el Seminario de San Pedro Damián, en el Seminario de Santiago y en la Universidad Gregoriana, en Roma, donde obtuvo el título de Doctor en Teología.

Fue ordenado sacerdote en Roma, el 20 de diciembre de 1890. Fue profesor del Seminario de Santiago, entre 1892 y 1911; párroco de Mamiña, entre 1899 y 1900; y Vicario Apostólico de Tarapacá entre 1911 y 1912.

San Pío X lo eligió Obispo titular de Milas en 1912. Su lema episcopal fue "Deus refugium nostrum et virtus" ("Dios es nuestro refugio y fortaleza").

Ese mismo año asume como Obispo de Iquique, cargo que desempeñó hasta 1925, cuando Pío XI lo trasladó como titular a la diócesis de La Serena.

En 1939 se erigió el Arzobispado de La Serena y Pío XII lo eligió su primer Arzobispo, en mayo de ese año.

Tres meses después el mismo Papa lo nombró Arzobispado de Santiago, tomando posesión de la arquidiócesis el 14 de octubre de 1939.

Pío XII lo creó Cardenal en el Consistorio de 17 de mayo de 1946, con el título de Santa María della Scala.

En 1950, la Santa Sede le dio el título de Primado de Chile, concedido enteramente al Cardenal Caro, con ocasión de sus 60 años de sacerdote.

Participó en el Cónclave de octubre de 1958, que eligió al Papa Juan XXIII.
Monseñor Caro participó en el I Concilio Provincial de Chile, en 1938, y fue Legado papal en el I Concilio Plenario Chileno, en 1946.

Tuvo numerosas condecoraciones de gobiernos extranjeros.
Fue sepultado en la Catedral de Santiago.

Hoy es Siervo de Dios y se está tramitando su Causa de Beatificación.

1.a ESTACIÓN: JESÚS RESURGE DE LA MUERTE




* TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Ya sé que ustedes buscan a Jesús, el crucificado. No esta aquí. Ha resucitado, como tenía dicho. Vengan a ver el sitio donde yacía” (Mateo 28, 5-6)

Aquella mañana de incertidumbre, un vuelco misterioso se presenta a aquellas mujeres que con tristeza y amor se acercaron de madrugada al sepulcro de Jesús de Nazaret. El ángel, el mensajero de Dios, revela la gloria de Aquel que ha atravesado la frontera de la muerte: la tumba está abierta, sobre ella se hace visible el cielo donde Cristo resucitado vive para siempre y nos espera. ¡Nunca será la tumba nuestro lugar definitivo!

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal

Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos “Gloria, gloria, aleluya… Jesús es el Señor”.

2.a ESTACIÓN: LOS DISCÍPULOS ENCUENTRAN EL SEPULCRO VACÍO





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro..., vio y creyó" (Juan 20,8).

Corrieron juntos aquella mañana hacia la tumba de Jesús, Pedro y el discípulo amado. A los ojos de este último le parecieron sólo vendas funerarias y un sudario abandonado en la tierra. A esos ojos no llega sólo la maravilla sino el estupor de la fe: "vio y creyó" en el Señor, vencedor de la muerte. La suya es la mirada de todos los creyentes en Cristo, de todos los tiempos y de toda la tierra. Es hoy nuestra mirada.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.


Cantamos “En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe”.

3.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE MANIFIESTA A MAGDALENA.





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Jesús le dice: "María". Volviéndose, ella le dijo en su lengua: "Rabbuni” (que equivale a "Maestro"). (Juan 20, 16)

María Magdalena había caminado con Jesús durante meses y meses, lo había escuchado, y había visto cómo sus manos sanaban a los enfermos. Sin embargo, no lo reconoce en la aurora de la Pascua. Es necesario que Jesús la llame por su nombre. Se necesita una vocación personal para que los ojos de la fe reconozcan y vean lo que la sola mirada humana no sabe intuir. Hoy día, Jesús pronuncia nuestro nombre.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos
“Hoy, Señor, me llamas tú,
con mis manos y mi voz,
a ser luz entre los hombres,
ser un canto de esperanza”.


4.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO EN EL CAMINO DE EMAÚS





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"¿No era necesario que el Mesías soportara todo este sufrimiento para entrar en la gloria? Y comenzando por Moisés y todos los profetas, les explicó lo que en la Escritura se refería a él" (Lucas 24, 26-27).

En aquel camino polvoriento que desde Jerusalén conduce a Emaús, caminan tristes los discípulos con un viajero desconocido. Sus palabras no son comunes, despliegan un sentido escondido que la historia vivida hasta ahora no ha manifestado y que sólo él sabe mostrar. Aquella palabra hace arder hoy nuestro corazón y hace florecer la esperanza y la fe.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos
“Quédate con nosotros,
la tarde está cayendo, quédate”.


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

5.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO PARTE EL PAN




* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Estando recostado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se los dio. Se les abrieron los ojos y lo reconocieron”. (Lucas 24, 30-31)

Ya se hacía tarde. Los discípulos de Emaús están a la mesa con aquel viajero misterioso que les ha manifestado el sentido de la historia que estaban viviendo. Después de su palabra, vino el gesto: “partir el pan”, como en la cena eucarística. Aquel rostro los lleva a algo que ya conocen: al Cristo del Cenáculo, que en el pan y en el vino ofrece su Cuerpo y su Sangre, alimento para la vida del mundo. A nosotros es preciso que se nos abran los ojos para reconocerlo también “al partir el pan”.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos:
“Por la calzada de Emaús,
un peregrino iba conmigo,
no le conocí al caminar,
ahora sí, en la fracción del pan”.


6.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE APARECE A LOS DISCÍPULOS





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"¿Por qué ese espanto y a qué vienen esas dudas? Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona” (Lucas 24, 38-39).

La sospecha de estar frente a un fantasma es fuerte. ¿No ha sido Jesús sepultado en la tumba con los signos de la tortura y de la crucifixión? Sin embargo ahí esta él, delante de sus amigos con las manos y los pies heridos en la plenitud de la vida. Y esta Vida Nueva es la que expulsa la amargura, la tristeza y la duda, y nos hace mirar mas allá de la muerte y su silencio. Seguimos mirando tus manos y tus pies, para descubrir “el dolor resucitado”.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Invitamos a guardar un minuto de silencio
y a que cada uno bese en sus propias manos
las llagas hoy dolientes en que el Señor nos resucita.

7.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO DA EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo, a quien perdonen los pecados les serán perdonados" (Juan 20, 22-23).

Este soplo de Cristo en la tarde de Pascua se difunde en los discípulos que lo rodean admirados. Es un símbolo de la Nueva Creación que surge de sus labios. Es el signo de un nuevo nacimiento que solamente el Espíritu puede operar, haciendo salir al hombre de la muerte del pecado y poniéndolo en camino a una vida nueva en la verdad y la justicia. En la Iglesia siempre debe soplar este aliento divino del perdón que renueva, transforma y santifica a la humanidad.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos
“Resucítame y conviérteme,
Tú cada día,
glorifícame y renuévame,
Espíritu Santo, ven”


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

8.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO CONFIRMA LA FE DE TOMÁS





*TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Jesús dijo a Tomás: "No seas incrédulo, sino creyente". Responde Tomás: "Mi Señor y mi Dios" (Juan 20, 27-28).

La duda se insinúa en el corazón del discípulo que había escuchado a Jesús y había visto los signos de su poder divino durante sus días terrenos. Ahora, sin embargo, el Resucitado esta ahí, ante los ojos de Tomas, en la viva realidad de su presencia. Y el discípulo retorna a la luz de la certeza y pronuncia su límpida profesión de fe, que muchas veces es la nuestra: "Señor mío y Dios mío".

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos
“Vuelvan los ojos hacia el Señor
y despierten su amor,
canten a Él con el corazón:
Él es el Salvador, Él es nuestro Señor”.


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

9.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE MANIFIESTA EN EL LAGO TIBERÍADES



9.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE MANIFIESTA EN EL LAGO TIBERÍADES

* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"El discípulo que Jesús amaba dice a Pedro: "Es el Señor". Entonces Jesús se acercó, tomó el pan y se los dio" (Juan 21, 7.11. 13).

A la orilla del lago de Galilea, en las primeras luces del alba, hay un hombre a la espera. Los discípulos de Jesús han vuelto a su antigua profesión de pescadores y están navegando sobre su barca. El discípulo amado dirige la mirada sobre aquella figura y dice un susurro: "Es el Señor". Y Jesús los espera en la playa, dispuesto a ofrecer a los hombres paralizados y dudosos el pan de su presencia.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Bendecimos un pan especial haciendo memoria del Señor resucitado.


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

10.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO CONFIERE EL PRIMADO A PEDRO



10.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO CONFIERE EL PRIMADO A PEDRO

* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Simón, hijo de Juan, ¿me amas mas que estos? Él le responde: "Si, Señor, tú sabes que te amo". Le dice: "Apacienta mis corderos". (Juan 21, 15)

Tres preguntas y tres respuestas de amor constituyen la trama del diálogo entre Cristo Resucitado y Pedro, a la orilla del lago de Galilea. El discípulo, que tres veces lo había traicionado, repite sus tres confesiones de fe y de amor. Y Cristo le confía la hermosa misión de ser pastor de su rebaño a lo largo de los siglos. A través de la palabra, la mano y la persona de Pedro, Cristo continúa guiando hoy a su Iglesia.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos
“El Señor es mi Pastor,
nada me puede faltar”.


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

11.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO ENVÍA A LOS DISCÍPULOS POR EL MUNDO





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Vayan y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final del mundo" (Mateo 28, 19-20).

Sobre la montaña de Galilea, el Cristo glorioso de la Resurrección saluda a sus discípulos. Aunque haya una ausencia exterior, su presencia será viva, diaria, eficaz y constante por siempre, y sostendrá la acción apostólica de la Iglesia, que proclama el Evangelio de la Vida Nueva en el Espíritu, a través del Bautismo que nos salva. Sentimos que esa presencia nos acompaña “todos los días”.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos
“Donde hay amor y caridad,
donde hay amor, Dios ahí está”

12.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO ASCIENDE AL CIELO





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Hombres de Galilea: ¿Por qué están mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido llevado a lo alto de entre ustedes, vendrá tal como lo han visto marcharse al cielo" (Hechos 1, 11).

El monte de los Olivos llega a ser el signo del encuentro entre el cielo y la tierra, encuentro que es completo en el Cristo Resucitado. En la Ascensión Él retorna al horizonte infinito de la gloria divina donde esperará a la humanidad redimida. Pero los fieles deben vivir en el camino de la historia y del mundo, construyendo en su ciudad el Reino a la espera del retorno de Cristo. "Y estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4, 17).

Rezamos el PADRE NUESTRO
Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Cantamos:
“Aleluya, aleluya, Cristo sube a las alturas,
aleluya, aleluya, el Señor entra en su mansión”.

13.a ESTACIÓN: CON MARÍA A LA ESPERA DEL ESPÍRITU SANTO





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"Los apóstoles eran asiduos y concordes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús, y con los hermanos de Él". (Hechos 1, 14)

La comunidad cristiana se reúne en torno a María en la fe, en la oración constante y en el amor. Apóstoles y fieles, hombres y mujeres, todos juntos alabando a Dios, dando testimonio de su fe en el Cristo Resucitado, de la vida nueva, en la espera que se cumpla la promesa de Jesús de enviar al Espíritu Consolador "para que permanezca con ustedes para siempre". (Juan 14, 16).

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.


Cantamos
“Santa María de la Esperanza,
mantén el ritmo de nuestra espera”


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

14.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO





* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS.
+ QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN.

"De repente un ruido del cielo, como una violenta ráfaga de viento, resonó en toda la casa donde se encontraban. Y vieron aparecer unas lenguas como de fuego que se repartían posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos del Espíritu Santo." (Hechos 2, 2-4).

En la sala del Cenáculo, el día de Pentecostés, sopla el viento del Espíritu. Es el aliento divino que se difunde en los discípulos del Cristo Resucitado. Se enciende el fuego del amor que calienta el corazón de los creyentes y los conduce al mundo a dar testimonio de la vida, de la luz y de la caridad de Dios. La Iglesia de las mil lenguas, de las diversas culturas y nacionalidades tiene en Jerusalén su raíz y en el Espíritu Santo su fuente.

Rezamos el PADRE NUESTRO

Padre Nuestro que estás en el Cielo
Santificado sea Tu Nombre
Venga a nosotros tu Reino
Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo
Danos hoy nuestro pan de cada día
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden
No nos dejes caer en tentación
Y líbranos del Mal
Amén

* Por la resurrección de Cristo
+ Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor.

Si estamos en comunidad
Cada uno enciende su vela del cirio
para la oración final:

Caminamos muchas veces derrotados hacia Emaús.
Sin embargo un peregrino viaja con nosotros.

Su Palabra nos hace arder el corazón.
Y así entendemos las Escrituras.

Comprendemos que “era necesario
que el Mesías padeciera”.

Lo reconocemos vivo
cuando compartimos el pan.

Derrotamos toda oscuridad
porque Él nos acompaña.

Lejos queda la desesperanza,
lejos quedan los temores y las cegueras.

Una corriente de humanidad
se extiende por todos los caminos.

La Iglesia vive desde ahora de la fiesta.
Cada Domingo volverá a celebrarla.

¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

OREMOS

Dios y Padre Nuestro,
en la gloriosa Resurrección de tu Hijo
has dado la alegría al mundo entero,
por intercesión de la Virgen María,
concédenos gozar de la luz de la vida sin fin.
Amén.

En comunidad:
Salimos del templo con la vela y la flor cantando:
“Resucitó, resucitó… aleluya”.


Todos los derechos reservados a Iglesia.cl

Pastoral de medio ambiente abordarán Obispos en asamblea plenaria



La 97ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile se realizará entre el 20 y el 24 de abril en el Seminario Mayor "San Fidel" de la diócesis de Villarrica.

El domingo 19 de abril a las 17:30 horas en la catedral de Villarrica se efectuará la ordenación episcopal de Mons. Francisco Javier Stegmeier Schmidlin, electo Obispo de Villarrica, y a la que asistirán los 33 obispos en ejercicio de la Conferencia Episcopal de Chile junto al Nuncio Apostólico de Su Santidad, Mons. Giuseppe Pinto.

Al día siguiente, los obispos iniciarán su 97ª Asamblea Plenaria que, en esta oportunidad y debido a la presencia de los obispos en esa ceremonia religiosa, sesionará en el Seminario Mayor “San Fidel”, de la diócesis de Villarrica.

Durante una semana, los pastores dialogarán sobre los frutos de la Visita ad limina que realizaron en noviembre del año pasado a la Santa Sede y los desafíos que brotan del mensaje que entonces entregó el Papa Benedicto XVI a los obispos chilenos. Esta reflexión la situarán en el contexto del proceso de Misión Continental que han impulsado las Iglesias de América Latina, tras la V Conferencia de Aparecida, y que en nuestro país impulsará la aplicación de las Orientaciones Pastorales 2008-2012 del episcopado nacional.

Posteriormente, los obispos se dedicarán al otro tema principal de estudio para esta asamblea, consistente en una mirada eclesial y pastoral a los importantes desafíos medioambientales que enfrenta nuestro país. En la ocasión, analizarán, a la luz del magisterio de la Iglesia, los informes preparados por diversos organismos y comisiones que, desde diversas disciplinas, colaboran con el Episcopado en la reflexión de estas materias.

En el encuentro episcopal, como es costumbre, los obispos dialogarán además sobre la realidad eclesial y nacional, así como también examinarán la marcha de algunas áreas específicas, como la Pastoral sacramental y la Pastoral de adicciones.

- Indicaciones para cobertura de prensa

Fuente: Prensa CECh


Instituto Indígena ofrece homenaje a Mons. Sixto Parzinger Foidl



La Fundación Instituto Indígena fue creada en el año 1962 por los co fundadores; Mons. Guillermo Hartl, obispo del Vicariato Apostólico de la Araucanía y Mons. Bernardino Piñera Obispo de Temuco.

El directorio actual, este martes 14 de abril, encabezado por Mons. Manuel Camilo Vial, organizó un sencillo pero significativo homenaje a Mons. Sixto Parzinger, quien por 31 años fue parte activo de dicho directorio.

La reunión se realizó en el centro “Ceferino Namuncurá” al interior de Huichahue en la comuna de Padre Las Casas, en la misma propiedad que Mons. Sixto regaló al Instituto para su fortalecimiento institucional.

Mons. Manuel Camilo Vial, dio inicio a la sesión extraordinaria, indicando a los asistentes las excusas de algunos del Directorio y el motivo central de la tabla de dicha reunión. Mons. Camilo invitó a todos los asistentes a invocar a Dios en su corazón y dijo: ”Hoy nos hemos reunido como directorio ampliado para ofrecer un merecido homenaje a mi hermano en el Episcopado… pero una de cosas más sorprendentes de todo esto, es que hoy estamos presentes ante un regalo de Dios, que es ver extraordinariamente, la recuperación de la salud de Mons. Sixto, quien el Señor a través de él, nos permite ver un milagro. Si no fuera por ello, lo de hoy no sería en estas condiciones”…puntualizó don Camilo, e hizo, una reseña histórica de la vida del Instituto y de los significativos aportes de Mons. Sixto, en el trabajo de atención al pueblo mapuche. “Unos de los aportes más significativos que inyectó Mons. Sixto al trabajo de la Fundación Instituto Indígena, fue la espiritualidad, de toda la pastoral de servicio al pueblo mapuche. Esta visión guiada con su testimonio personal, su legado traído de su vivencia en los campos de Tirol, Austria, donde nació y se crió como campesino y con la riqueza de su espiritualidad capuchina, quedó claramente reflejada en el trabajo de estos últimos 30 años de la Fundación, su visión de desarrollo, de trabajar por mejorar las condiciones de vida del pueblo mapuche, especialmente desde la educación, han sido sin duda el sello que nos deja Monseñor Sixto , no tan solo a quienes hemos trabajo junto a él, sino, ha sido claramente percibido por las mismas comunidades mapuches y por sus dirigentes, quienes muchos de ellos están hoy muy bien ubicados, trabajando y aportando desde sus diversas profesiones su legado histórico y cultural”.

Entre los asistentes a esta manifestación estaban los profesores del Liceo Guacolda de Chol chol, quienes intervinieron para dejar testimonio y gratitud, por todo lo que Mons. Sixto había hecho en la creación de dicho liceo, único liceo técnico profesional dedicado preferentemente para la juventud mapuche, establecimiento administrado por la Fundación Instituto Indígena.

Luego, el personal del Instituto, le entregó un presente de gratitud a Mons. Sixto,… era, “Un Cristo Crucificado, quien baja un brazo de la Cruz para abrazar a Francisco de Asís junto al madero. La figura de un metro de largo fue construida por un artesano mapuche en madera nativa”.

Mons. Sixto agradeció con su acostumbrada sencillez capuchina. “Agradezco todas sus palabras, todas sus expresiones de cariño, agradezco este obsequio, que no podía ser el más significativo para mi, pues esta imagen fue el reflejo de toda mi vocación religiosa, Francisco, quien abraza la totalidad de Cristo en su vida. También acepto todo esto, por que veo en ello su adhesión a Cristo, a su Iglesia y al hombre, que en este caso, son nuestros hermanos mapuches.

Después de compartir varias anécdotas como párroco en la parroquia de Boroa y Padre Las Casas, parroquias con gran población mapuche, Mons. Camilo Vial invitó a todos los presentes a degustar un ágape organizado por los Estudiantes del Liceo Guacolda de Chol Chol, con lo cual se dio fin a la reunión asamblea del Directorio en el presente mes.

Fuente: Comunicaciones Villarrica





Padre Las Casas, 15/04/2009

Animando la Misión vía Internet


Volver



Con interesantes recursos para agentes evangelizadores Iglesia.cl ha actualizado su especial web para la Misión Continental. Los videos preparados por el CELAM para animar este tiempo de gracia, y el texto guía sobre la Misión Continental en Chile forman parte de estos recursos.

Se trata de un impulso misionero en toda la Iglesia de América Latina y el Caribe, que promueve que todos en la Iglesia nos situemos en un "estado permanente de misión". Usando el método de Jesús, nos invita a "salir" en vez de esperar a que otros vengan. La Misión conlleva una conversión personal, pastoral y eclesial. Se hace en diálogo con el mundo en que vivimos. No tiene destinatarios sino interlocutores. El sujeto que la realiza es el discípulo misionero. El contenido es uno solo: el encuentro que hemos tenido con el Señor y que, por desborde de gratitud y alegría, nos invita a compartir con otros ese tesoro.

En el júbilo de la Pascua, Iglesia.cl ha publicado una actualización de su especial web sobre la Misión Continental en Chile. Entre las principales novedades se cuenta el texto "La Misión Continental en Chile", una didáctica síntesis de cómo se vive en nuestro país el impulso misionero que brota de Aparecida y que se traduce en la aplicación práctica de las Orientaciones Pastorales 2008-2012 de la Iglesia chilena. Dicho documento (tapa roja) se encuentra a disposición en diversos formatos, lo mismo que el texto original preparado por el Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM (tapa verde).

Videos para animar la Misión

El especial ofrece, además, enlaces para visualizar gracias a la plataforma Youtube los videos para animar la Misión Continental que ha preparado la Oficina de Prensa del CELAM.

Entre estos recursos, se incluyen el video "La Misión Continental", subido en dos partes, que nos muestra qué es la Misión Continental, cuál es su sentido y cómo podemos animarla en nuestras diócesis, parroquias y comunidades; y el video "El Evangelio de Aparecida" es una catequesis latinoamericana inspirada en el Tríptico Misionero de Aparecida, que el Santo Padre Benedicto XVI regaló a la V Conferencia. Ambas producciones de la Oficina de Prensa del CELAM.

domingo, 5 de abril de 2009

DOMINGO DE RAMOS Parroquia Sto. Cura de Ars.

Partiendo en la nueva Comunidad de Centenario hasta la Plaza San José, y de allí hasta el patio San José de nuestra Parroquia, las comunidades celebraron la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén, llevando palmas y ramos para bendecir.













ver todas las fotos en http://picasaweb.google.es/jmariorojasv

miércoles, 1 de abril de 2009

Teresita de Los Andes


"¿ Qué tengo yo, Señor, que tú no me hayas dado?"

Me llamo Juanita Fernández Solar y nací el 13 de Julio de 1900 en Santiago. Por gracia de Dios, fui bautizada a los días de mi nacimiento.

Crecí y me eduque como cualquier niña normal. Me cuentan que a los siete años de edad comencé a asistir habitualmente a misa, preparándome para la primera comunión. Algún recuerdo guardo de ello y del gozo que sentí al recibir al Señor por primera vez, pues desde ese día nunca más dejé de hablar con Jesús y siempre procuré recibirlo en la comunión.

Parece que fui bastante normal y que me di maña, como cualquier joven, para alternar el estudio con trabajos en la casa, vacaciones, amistades, visitas y hasta pretendientes.

Mi Señor hizo que siempre tuviera interés y ganas de ayudar principalmente a los ancianos y necesitados. Y no dudé en rifas mi reloj, cuando fue necesario, para que un niño pobre recibiera su alimento.

Gocé de la vida a plenitud, principalmente las vacaciones, disfrutando de las amistades, de paseos por el campo, de buenas conversaciones y dejando siempre el tiempo para participar en la Eucaristía, colaborar en las misiones, dar catequesis a los niños, y atender a los más necesitados.

Fui siempre amiga de la buena lectura y de la dirección espiritual, lo que creó me sirvió para querer entregarme enteramente a Jesucristo y aceptarlo únicamente a El como el compañero de mi vida.

Este deseo fue creciendo en mí, el Señor fue cultivando hasta que en 1919 pedí el consentimiento de mi padre para ingresar al Convento de las Carmelitas Descalzas de los Andes.

Entré al convento para hacer lo que desde pequeña hacía, dialogar en cada instante con aquel que me había vuelto loca de amor. Y allí el nombre de Juanita lo cambié por el de Teresa de Jesús, para que esta gran santa fuera mi guía y me enseñara a hacer de mi vida en el Carmelo una vida de entrega a Dios, orando y sacrificándome por todos los hombres, por mi familiar, por mis amigos

Lo único que hice en estos once meses que alcancé a estar en el convento fue entregarme a la voluntad del Señor y vivir llena de alegría y gratitud porque El me había elegido. Me llenaba el corazón el poder transmitir, a través de mis cartas a todos los que me conocían, que era plenamente feliz como carmelita y que había encontrado mi cielo en la tierra.

Siempre enfermiza, no podía ahora ser menos, así que caí gravemente enferma el 2 de abril de 1920. Al parecer fue un tifus, pero yo creo que era mi Señor que escuchó mi deseos de vivir siempre en El y para El. Profesé a las puertas de la muerte y no me cansaba de repetir alegre la fórmula de mi profesión.

Así, llena de gozo y confianza en mi Dios, el 12 de abril de 1920 a las 19:15 horas me dejé llevar por El a su morada para seguir gozando del cielo que había encontrado allí en mi conventito de los Andes.



Santuario Santa