* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "De repente un ruido del cielo, como una violenta ráfaga de viento, resonó en toda la casa donde se encontraban. Y vieron aparecer unas lenguas como de fuego que se repartían posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos del Espíritu Santo." (Hechos 2, 2-4). En la sala del Cenáculo, el día de Pentecostés, sopla el viento del Espíritu. Es el aliento divino que se difunde en los discípulos del Cristo Resucitado. Se enciende el fuego del amor que calienta el corazón de los creyentes y los conduce al mundo a dar testimonio de la vida, de la luz y de la caridad de Dios. La Iglesia de las mil lenguas, de las diversas culturas y nacionalidades tiene en Jerusalén su raíz y en el Espíritu Santo su fuente. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Si estamos en comunidad Cada uno enciende su vela del cirio para la oración final: Caminamos muchas veces derrotados hacia Emaús. Sin embargo un peregrino viaja con nosotros. Su Palabra nos hace arder el corazón. Y así entendemos las Escrituras. Comprendemos que “era necesario que el Mesías padeciera”. Lo reconocemos vivo cuando compartimos el pan. Derrotamos toda oscuridad porque Él nos acompaña. Lejos queda la desesperanza, lejos quedan los temores y las cegueras. Una corriente de humanidad se extiende por todos los caminos. La Iglesia vive desde ahora de la fiesta. Cada Domingo volverá a celebrarla. ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! OREMOS Dios y Padre Nuestro, en la gloriosa Resurrección de tu Hijo has dado la alegría al mundo entero, por intercesión de la Virgen María, concédenos gozar de la luz de la vida sin fin. Amén. En comunidad: Salimos del templo con la vela y la flor cantando: “Resucitó, resucitó… aleluya”. | |
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miércoles, 15 de abril de 2009
14.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO
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