miércoles, 23 de diciembre de 2009
lunes, 2 de noviembre de 2009
sábado, 31 de octubre de 2009
MISA 80 AÑOS PADRE SERGIO TORRES
Misa el sabado 31 de octubre en la sede del intituto, blanco Encalada/2950 stgo con el motivo de sus 80 años de edad, 54 de ministerio sacerdotal y como profesor de este intituto. Asistió mucha gente de nuestra capilla y padre Hernán Leemrijse.
ver más fotos en facebook http://www.facebook.com/home.php?#
martes, 27 de octubre de 2009
TODOS LOS SANTOS EN CHILE
jueves, 15 de octubre de 2009
viernes, 9 de octubre de 2009
jueves, 8 de octubre de 2009
martes, 6 de octubre de 2009
HÉROE DE LA PAZ 2009
domingo, 4 de octubre de 2009
martes, 28 de julio de 2009
Roberto Bravo en Concierto Solidario
El Concierto es organizado por instituciones solidarias para dar punta pie inicial al
Mes de la Solidaridad .
El destacado pianista nacional, Maestro Roberto Bravo, ofrecerá un concierto solidario este próximo 1 de Agosto a las 17.00 hrs en el Centro Cultural Teatro Oriente, ubicado en Av. Pedro de Valdivia 099 Providencia, Metro P. de Valdivia.
La entrada es una colaboración en alimentos no-perecibles, que se destinarán a familias pobres cuyos jefes/as de hogar están sin trabajo.
miércoles, 15 de abril de 2009
Cardenal Jorge Medina Estévez
Nació en Santiago el 23 diciembre de 1926.
Estudió Filosofía en el Seminario Pontificio de Santiago y Teología en la Universidad Católica de Chile. Es Doctor en Teología y en Derecho Canónico. Además, tiene varios Doctorados Honoris Causa, tanto en Chile como en el extranjero.
Fue ordenado sacerdote el 12 de junio de 1954.
Fue profesor y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica; pro-Gran Canciller de la Universidad Católica de Chile; Canónico de la Catedral de Santiago; miembro de la Comisión Teológica de la Santa Sede.
Juan Pablo II lo eligió Obispo tit. de Thibilis y Obispo Auxiliar de Rancagua, el 21 de diciembre de 1984. Su lema Episcopal fue: Es necesario que Él crezca y yo disminuya.
En 1987, el Papa lo designó Obispo de Rancagua, y siete años después, Obispo de Valparaíso.
Consultor de la Pontificia Comisión para la Interpretación del Código de Derecho Canónico y del Pontificio Consejo de la Familia.
Miembro de la Orden de Malta.
Secretario, por nombramiento papal, de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Santo Domingo, 1992.
El 20 de junio de 1996, Juan Pablo II lo nombra Pro-Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; pasando con ello a ser parte de la Curia Romana. Actualmente ocupa el cargo de Prefecto, el más alto, de dicha congregación.
El 18 de enero de 1998, el Papa lo designa Cardenal, el V Cardenal para la Iglesia Católica de Chile.
Cardenal Carlos Oviedo Cavada
Nació en Santiago el 19 de enero de 1927. Ingresó a la Orden de los Mercedarios en Melipilla el 28 de enero de 1944.
Estudió Filosofía en su orden y Teología en la Facultad de Teología de la Universidad Católica de Chile. Se licenció en Teología en 1949 y de Doctor en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana en Roma, en 1953. Estudió también en la Congregación del Concilio y de Religiosos y en el Studium de la Rota Romana.
Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Santiago el 24 de septiembre de 1949.
Fue profesor en la Universidad Católica de Chile; director de la Facultad de Teología de la misma universidad; asesor de la Acción Católica y de la Juventud Obrera Católica; asesor nacional de la Federación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares.
Pablo VI lo eligió Obispo tit. De Benevento y Obispo Auxiliar de Concepción, el 21 de marzo de 1964. Su lema episcopal fue: Pacem in diebus nostris (Concédenos la Paz en Nuestros Días).
Diez años más tarde, lo promovió al Arzobispado de Antofagasta, el 25 de marzo de 1974.
Fue administrador Apostólico de la Prelatura de Calama, hasta el 3 de abril de 1976.
El Papa Juan Pablo II lo trasladó al Arzobispado de Santiago el 30 de marzo de 1990. Y el 26 de noviembre de 1994 lo creó Cardenal.
Participó en las Sesiones III y IV del Concilio Vaticano II, y en el VI Sínodo de Concepción. Celebró el II Sínodo de Antofagasta, 1984.
Participó en la IV Conferencia del Episcopado Latinoamericano, en Santo Domingo, 1992.
Fue secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile, de abril de 1970 a febrero de 1974. Desempeñó diversos cargos en la Conferencia Episcopal de Chile y en el CELAM.
Como Arzobispo de Santiago creó la Vicaría de Esperanza Joven y para la Familia; convocó y promulgó el IX Sínodo de Santiago y escribió 20 cartas pastorales.
Por razones de salud presentó su renuncia en febrero de 1998, falleciendo en Santiago el 7 de diciembre de ese año.
Cardenal Juan Francisco Fresno Larraín
Nació en Santiago el 26 de julio de 1914. Estudió en el Seminario de Santiago y en la Universidad Gregoriana de Roma. Bachiller en Derecho canónico. Fue ordenado sacerdote el 18 de diciembre de 1937.
Pío XII lo eligió Obispo de la recién creada diócesis de Copiapó en 1958. Su lema episcopal fue: Adveniat regnum tuum (Venga Tu Reino).
Pablo VI lo promovió al Arzobispado de La Serena en 1967.
Celebró el I Sínodo de Copiapó en 1961 y el I Sínodo de La Serena en agosto de 1978. Participó en las cuatro Sesiones del Concilio Vaticano II; en la II Conferencia general del Episcopado latinoamericano en Medellín, 1968; y por delegación pontificia en la III Conferencia general del episcopado latinoamericano en Puebla, 1979. Asistió a la IV Conferencia del Episcopado latinoamericano en Santo Domingo, 1992.
Ha ocupado diversos cargos en la Conferencia episcopal chilena, llegando a ser su Presidente en 1975. También ha desempeñado cargos en el CELAM y fue Visitador del Seminario Pío Latino de Roma.
Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Santiago el 6 de mayo de 1983, tomando posesión el 10 de junio de ese mismo año.
Fue elevado a la dignidad cardenalicia en el Consistorio de 25 de mayo de 1985.
Por razón de edad renunció al Arzobispado en julio de 1989.
Fue Presidente de Caritas-Chile.
Falleció el 14 de octubre de 2004.
Cardenal Raúl Silva Henríquez
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Cardenal José María Caro Rodríguez
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1.a ESTACIÓN: JESÚS RESURGE DE LA MUERTE
* TE ADORAMOS CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Ya sé que ustedes buscan a Jesús, el crucificado. No esta aquí. Ha resucitado, como tenía dicho. Vengan a ver el sitio donde yacía” (Mateo 28, 5-6) Aquella mañana de incertidumbre, un vuelco misterioso se presenta a aquellas mujeres que con tristeza y amor se acercaron de madrugada al sepulcro de Jesús de Nazaret. El ángel, el mensajero de Dios, revela la gloria de Aquel que ha atravesado la frontera de la muerte: la tumba está abierta, sobre ella se hace visible el cielo donde Cristo resucitado vive para siempre y nos espera. ¡Nunca será la tumba nuestro lugar definitivo! Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “Gloria, gloria, aleluya… Jesús es el Señor”. |
2.a ESTACIÓN: LOS DISCÍPULOS ENCUENTRAN EL SEPULCRO VACÍO
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro..., vio y creyó" (Juan 20,8). Corrieron juntos aquella mañana hacia la tumba de Jesús, Pedro y el discípulo amado. A los ojos de este último le parecieron sólo vendas funerarias y un sudario abandonado en la tierra. A esos ojos no llega sólo la maravilla sino el estupor de la fe: "vio y creyó" en el Señor, vencedor de la muerte. La suya es la mirada de todos los creyentes en Cristo, de todos los tiempos y de toda la tierra. Es hoy nuestra mirada. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “En ti, en ti, en ti Señor, hemos puesto nuestra fe”. |
3.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE MANIFIESTA A MAGDALENA.
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Jesús le dice: "María". Volviéndose, ella le dijo en su lengua: "Rabbuni” (que equivale a "Maestro"). (Juan 20, 16) María Magdalena había caminado con Jesús durante meses y meses, lo había escuchado, y había visto cómo sus manos sanaban a los enfermos. Sin embargo, no lo reconoce en la aurora de la Pascua. Es necesario que Jesús la llame por su nombre. Se necesita una vocación personal para que los ojos de la fe reconozcan y vean lo que la sola mirada humana no sabe intuir. Hoy día, Jesús pronuncia nuestro nombre. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “Hoy, Señor, me llamas tú, con mis manos y mi voz, a ser luz entre los hombres, ser un canto de esperanza”. | |
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4.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO EN EL CAMINO DE EMAÚS
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "¿No era necesario que el Mesías soportara todo este sufrimiento para entrar en la gloria? Y comenzando por Moisés y todos los profetas, les explicó lo que en la Escritura se refería a él" (Lucas 24, 26-27). En aquel camino polvoriento que desde Jerusalén conduce a Emaús, caminan tristes los discípulos con un viajero desconocido. Sus palabras no son comunes, despliegan un sentido escondido que la historia vivida hasta ahora no ha manifestado y que sólo él sabe mostrar. Aquella palabra hace arder hoy nuestro corazón y hace florecer la esperanza y la fe. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “Quédate con nosotros, la tarde está cayendo, quédate”. | |
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5.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO PARTE EL PAN
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Estando recostado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se los dio. Se les abrieron los ojos y lo reconocieron”. (Lucas 24, 30-31) Ya se hacía tarde. Los discípulos de Emaús están a la mesa con aquel viajero misterioso que les ha manifestado el sentido de la historia que estaban viviendo. Después de su palabra, vino el gesto: “partir el pan”, como en la cena eucarística. Aquel rostro los lleva a algo que ya conocen: al Cristo del Cenáculo, que en el pan y en el vino ofrece su Cuerpo y su Sangre, alimento para la vida del mundo. A nosotros es preciso que se nos abran los ojos para reconocerlo también “al partir el pan”. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos: “Por la calzada de Emaús, un peregrino iba conmigo, no le conocí al caminar, ahora sí, en la fracción del pan”. | |
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6.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE APARECE A LOS DISCÍPULOS
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "¿Por qué ese espanto y a qué vienen esas dudas? Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona” (Lucas 24, 38-39). La sospecha de estar frente a un fantasma es fuerte. ¿No ha sido Jesús sepultado en la tumba con los signos de la tortura y de la crucifixión? Sin embargo ahí esta él, delante de sus amigos con las manos y los pies heridos en la plenitud de la vida. Y esta Vida Nueva es la que expulsa la amargura, la tristeza y la duda, y nos hace mirar mas allá de la muerte y su silencio. Seguimos mirando tus manos y tus pies, para descubrir “el dolor resucitado”. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Invitamos a guardar un minuto de silencio y a que cada uno bese en sus propias manos las llagas hoy dolientes en que el Señor nos resucita. |
7.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO DA EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo, a quien perdonen los pecados les serán perdonados" (Juan 20, 22-23). Este soplo de Cristo en la tarde de Pascua se difunde en los discípulos que lo rodean admirados. Es un símbolo de la Nueva Creación que surge de sus labios. Es el signo de un nuevo nacimiento que solamente el Espíritu puede operar, haciendo salir al hombre de la muerte del pecado y poniéndolo en camino a una vida nueva en la verdad y la justicia. En la Iglesia siempre debe soplar este aliento divino del perdón que renueva, transforma y santifica a la humanidad. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “Resucítame y conviérteme, Tú cada día, glorifícame y renuévame, Espíritu Santo, ven” | |
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8.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO CONFIRMA LA FE DE TOMÁS
*TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Jesús dijo a Tomás: "No seas incrédulo, sino creyente". Responde Tomás: "Mi Señor y mi Dios" (Juan 20, 27-28). La duda se insinúa en el corazón del discípulo que había escuchado a Jesús y había visto los signos de su poder divino durante sus días terrenos. Ahora, sin embargo, el Resucitado esta ahí, ante los ojos de Tomas, en la viva realidad de su presencia. Y el discípulo retorna a la luz de la certeza y pronuncia su límpida profesión de fe, que muchas veces es la nuestra: "Señor mío y Dios mío". Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “Vuelvan los ojos hacia el Señor y despierten su amor, canten a Él con el corazón: Él es el Salvador, Él es nuestro Señor”. | |
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9.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE MANIFIESTA EN EL LAGO TIBERÍADES
9.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO SE MANIFIESTA EN EL LAGO TIBERÍADES * TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "El discípulo que Jesús amaba dice a Pedro: "Es el Señor". Entonces Jesús se acercó, tomó el pan y se los dio" (Juan 21, 7.11. 13). A la orilla del lago de Galilea, en las primeras luces del alba, hay un hombre a la espera. Los discípulos de Jesús han vuelto a su antigua profesión de pescadores y están navegando sobre su barca. El discípulo amado dirige la mirada sobre aquella figura y dice un susurro: "Es el Señor". Y Jesús los espera en la playa, dispuesto a ofrecer a los hombres paralizados y dudosos el pan de su presencia. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Bendecimos un pan especial haciendo memoria del Señor resucitado. | |
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10.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO CONFIERE EL PRIMADO A PEDRO
10.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO CONFIERE EL PRIMADO A PEDRO * TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Simón, hijo de Juan, ¿me amas mas que estos? Él le responde: "Si, Señor, tú sabes que te amo". Le dice: "Apacienta mis corderos". (Juan 21, 15) Tres preguntas y tres respuestas de amor constituyen la trama del diálogo entre Cristo Resucitado y Pedro, a la orilla del lago de Galilea. El discípulo, que tres veces lo había traicionado, repite sus tres confesiones de fe y de amor. Y Cristo le confía la hermosa misión de ser pastor de su rebaño a lo largo de los siglos. A través de la palabra, la mano y la persona de Pedro, Cristo continúa guiando hoy a su Iglesia. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar”. | |
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11.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO ENVÍA A LOS DISCÍPULOS POR EL MUNDO
* TE ADORAMOS, CRISTO Y TE BENDECIMOS. + QUE POR TU SANTA PASCUA REDIMISTE AL MUNDO. AMÉN. "Vayan y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final del mundo" (Mateo 28, 19-20). Sobre la montaña de Galilea, el Cristo glorioso de la Resurrección saluda a sus discípulos. Aunque haya una ausencia exterior, su presencia será viva, diaria, eficaz y constante por siempre, y sostendrá la acción apostólica de la Iglesia, que proclama el Evangelio de la Vida Nueva en el Espíritu, a través del Bautismo que nos salva. Sentimos que esa presencia nos acompaña “todos los días”. Rezamos el PADRE NUESTRO Padre Nuestro que estás en el Cielo Santificado sea Tu Nombre Venga a nosotros tu Reino Hágase tu Voluntad en la tierra como en el Cielo Danos hoy nuestro pan de cada día Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden No nos dejes caer en tentación Y líbranos del Mal Amén * Por la resurrección de Cristo + Llévanos a la luz, Madre de Nuestro Señor. Cantamos “Donde hay amor y caridad, donde hay amor, Dios ahí está” |
12.a ESTACIÓN: EL RESUCITADO ASCIENDE AL CIELO
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