viernes, 16 de enero de 2009

ARZOBISPO Francisco Javier Errazuriz Ossa






Biografía

Nació en Santiago de Chile el 5 de septiembre de 1933. Hijo de don Pedro Errázuriz Larraín y de la Sra. Marta Ossa Ruiz. Es el segundo de seis hermanos (María Angélica, Francisco Javier, Pedro Pablo, Margarita María, Carmen Gloria y Juan Eduardo). Su educación primaria y secundaria la realiza en el Liceo Alemán, destacándose por su aplicación en los estudios y en atletismo, en el cual obtiene premios en campeonatos nacionales.

En 1951 entra a la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde alcanza el grado de Bachiller en Matemáticas Superiores. Durante esos años participa en el Centro de Alumnos y en la Federación de Estudiantes y se integra a los grupos universitarios del naciente movimiento de Schönstatt. De esta manera se constituye en compañero del Siervo de Dios Mario Hiriart P.. Con él y otros jóvenes forma parte de la generación fundadora de ese movimiento apostólico mariano en Chile.

Entre 1956 y 1958 estudia filosofía en la Universidad Estatal de Friburgo en Suiza. En esa misma universidad cursa teología, licenciándose en 1962.

Es ordenado sacerdote con otros 10 diáconos chilenos de la comunidad fundada por San Vicente Pallotti (palotinos) por Monseñor Manuel Larraín, primer Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). La ordenación tiene lugar en Friburgo, el 16 de julio de 1961. En octubre de 1962 tiene semanas de decisivos encuentros con el Padre José Kentenich, fundador de Schönstatt, cuya paternidad espiritual siempre ha apreciado como un don de Dios.

Desde 1963 a 1965 asesora a comunidades juveniles y universitarias en diferentes ciudades de Chile. En 1965 es nombrado Superior Regional de Chile del Instituto Secular de los Padres de Schönstatt, el que entonces vivía su proceso de fundación. Este cargo lo ejerce hasta 1971. Desde Chile dirige las comunidades de la Península Ibérica y de Ecuador de su Instituto Secular. Siendo Superior Regional se integra a los trabajos de la Conferencia de Religiosos de Chile, la cual lo elige como Vicepresidente. En esos años, a Monseñor Errázuriz le corresponde trabajar en la cercanía del Cardenal Raúl Silva Henríquez, quien había acogido en su etapa fundacional al Instituto Secular de los Padres de Schönstatt en su Arquidiócesis. Entre ambos nació una fecunda amistad.

En 1971 es llamado a Alemania para participar como miembro del Consejo General de su comunidad. En 1974 es elegido Superior General de su Instituto, con ello se le encomendaron las funciones de Presidente del Consejo Internacional de la Obra de Schönstatt. En 1980 es reelegido en el cargo de Superior General, continuando en el ejercicio de ambas funciones hasta diciembre de 1990. En el cumplimiento de estas, realiza múltiples visitas pastorales que lo llevan a recorrer Europa, América, Africa y Australia.

El 22 de diciembre de 1990 es nombrado Arzobispo Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Recibe la ordenación episcopal de manos del Santo Padre el 6 de enero de 1991, en la Basílica de San Pedro. Toma por lema "Nominatim proprias vocat" - "A los suyos los llama por su nombre" (Jn 10,3), siendo nombrado Arzobispo Titular de Holar.

Durante el tiempo de sus labores en Roma, se desempeñó además como:

* Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
* Miembro del Pontificio Consejo para los Laicos.
* Miembro de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
* Miembro del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes.
* Miembro del Pontificio Consejo para los Operadores Sanitarios.
* Miembro de la Asamblea del Sínodo de Obispos sobre la Vida Consagrada.

El 24 de septiembre de 1996, en la fiesta de la Virgen de La Merced, Patrona de la Diócesis de Valparaíso, el Santo Padre lo nombra Obispo de esa Diócesis. Asume el cargo el día 10 de noviembre del mismo año. Escoge como lema episcopal "Ut vitam habeant" - "Para que tengan vida" - (Jn 10,10), el que le acompaña hasta la fecha. En 1997 participó en Roma en el Sínodo de los Obispos de América.

El Papa Juan Pablo II lo nombra Arzobispo de Santiago el 24 de abril de 1998. Toma posesión del cargo, el domingo 17 de mayo de 1998, en la Catedral Metropolitana.

El Santo Padre le otorga el Palio Arzobispal, en la Festividad de San Pedro y San Pablo, el 29 de junio de 1998, en la Basílica de San Pedro, en Roma.

El 20 de noviembre de 1998 es elegido Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, por un período de 3 años. El 13 de mayo de 1999 es elegido Primer Vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Bogotá.

Aspectos Destacados

1.- Como Arzobispo de Santiago y también como Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, le ha cabido un papel central en las gestiones que la Iglesia ha realizado a favor de la reconciliación y el reencuentro entre los chilenos.

2.- Varias homilías en la Catedral de Santiago, especialmente en los Tedeum de Fiestas Patrias, han tenido honda repercusión en la clase política y en todo el país. Han constituído pasos importantes en el arduo proceso de reencuentro nacional.

3.- En el mundo intelectual, su discurso en el Ciclo de Conferencias organizado por la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, "Chile, un país unido: Reflexiones sobre iniciativas de reconciliación y entendimiento nacional", fue valorada como una señal muy poderosa hacia el futuro de la nación en el contexto del proceso de globalización.

4.- Sus actividades como Pastor de la Arquidiócesis de Santiago, se han orientado preferentemente a la proyección del IX Sínodo, que condujera el Cardenal Carlos Oviedo, verdadero legado espiritual del inmediato predecesor de Mons. Errázuriz. Con este fin recorre continuamente las parroquias y los barrios populares, estableciendo un contacto cálido y directo con las comunidades.

5.- Impulsa la preparación del Encuentro Continental de Jóvenes, el cual, en octubre de 1998, tiene su sede central en Santiago.

6.- Como Presidente de la Conferencia Episcopal, junto a todos los Obispos de Chile, se ha concentrado en la realización de un Año Santo Jubilar muy intenso, tanto por el trabajo pastoral en la base y por su repercusión social en esfuerzos por aliviar la dramática situación de los sin casa, como también por la movilización entusiasta de amplios sectores de la juventud. Algunos actos públicos del Jubileo han marcado a toda la sociedad chilena. Entre estas convocaciones, cabe destacar una celebración que todos los observadores coinciden en calificar como uno de los acontecimientos más trascendentales en pro de la paz y la justicia. Se trató de la ceremonia litúrgica llamada "Purificación de la Memoria". Siguiendo el ejemplo de S.S. Juan Pablo II, en ella los Obispos de Chile pidieron perdón por los pecados de la Iglesia Católica en este país. El texto celebratorio de los Obispos incluía una notable interpretación de la historia de los últimos 40 años de Chile. Esta visión, aguda y equilibrada, ha pasado a ser una referencia pública reiterada para los principales actores políticos del Chile actual.

7.- En los diferentes cargos que ha desempeñado al servicio de la Iglesia, Monseñor Errázuriz ha denotado una particular sensibilidad por los temas de evangelización de la cultura, tanto en sus manifestaciones ilustradas como en las de la tradición popular. En sus funciones de Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ese interés lo ha expresado en las orientaciones generales que él ha señalado a diversas autoridades de dicha Universidad y de los organismos que la proyectan en el ámbito de la nación chilena.


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jueves, 15 de enero de 2009

Un largo adviento vivimos los chilenos


Un largo adviento vivimos los chilenos

Veíamos con frecuencia a Juan Pablo II recorriendo países y continentes. En todas partes lo esperaban con cariño y lo recibían con entusiasmo. Y nosotros nos preguntábamos inquietos: ¿Cuándo vendrá a Chile? ¿Vendrá a vernos algún día?

Hasta que, por fin, el feliz éxito de su Mediación entre Chile y Argentina, despejó los caminos para su visita.

En la tarde del 16 de julio de 1985, día de la Virgen del Carmen, en medio de cánticos y aclamaciones en el Templo de Maipú, uno a uno los Obispos firmaron una carta que tenia la dirección del Vaticano.

En ella reiteraron a Juan Pablo II una antigua invitación: "Los Obispos de Chile solicitamos por unanimidad vuestra visita pastoral a nuestra patria".

Sólo tres meses demoró la respuesta: "Con inmenso agrado la Nunciatura Apostólica tiene el honor de comunicar a la opinión pública que el Santo Padre Juan Pablo II ha manifestado su propósito de visitar Chile y Argentina en el primer trimestre del año 1987".
(Lunes 21 de octubre de 1985)

Y así todos nos pusimos alegremente a preparar la casa.
En ella levantamos un altar, pintamos las murallas, sacudimos el polvo, nos reunimos con los vecinos, pedimos perdón por nuestras faltas, buscamos nuevamente a Dios y empezamos a disponer el corazón.

Para recibir al Papa, desde el hombre más modesto hasta el más acaudalado, todos, de cualquier condición social o pensamiento, todos prestaron su generosa ayuda y colaboración.

Bajar historia de la visita (archivo word 48 kb)


Himno


Letra y música:
Eugenio Rengifo
Intérprete: Los huasos de Algarrobal



Padre Bueno, Santo Dios,
hoy bendecimos tu nombre
en esta tierra que busca tu luz
te damos gracias, Señor

Te damos gracias por tu Hijo Jesús
y por tu Apóstol Juan Pablo,
en este Chile que busca tu luz
te damos gracias, Señor.

Mensajero de la Vida,
peregrino de la Paz,
danos el pan de la Palabra,
el pan de la Esperanza, el pan de la Verdad

Mensajero de la Vida,
peregrino de la Paz,
vamos juntando nuestras manos
cantando como hermanos un canto de unidad.

Padre bueno, Santo Dios,
danos tu Espíritu Divino,
Él nos ayude a construir
nuestra reconciliación.

Santa María, Madre de Dios,
Virgen del Norte y del Sur,
Oye a tus hijos, únete a su voz,
escucha nuestro clamor.

Mensajero de la vida....


Oración

Santo Dios y Padre Bueno,
bendecimos tu nombre
a lo largo de nuestra tierra.

Te damos gracias por tu Hijo Jesucristo
y por su Apóstol el Papa Juan Pablo,
Peregrino de la Paz,
Mensajero de la Vida,
Profeta de la Verdad y la Justicia.

Te damos gracias
porque viene a nuestra patria,
a confirmarnos en la fe,
a animar nuestra esperanza
y a unirnos en el amor fraterno.

Ayuda a la familia chilena
para acoger con gozo su visita.
Envíanos tu Espíritu
para convertirnos de corazón
y construir un país reconciliado.

Santa María, Madre de Chile,
Virgen del Norte y del Sur,
Señora del Mar y la Cordillera,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.